Miguel Calzada

El sistema está roto, el dinero nos maneja

post-apocalypse

El título suena a telegrama del fin del mundo pero es lo que dice Carmen Bermejo, la mente al frente de Tetuán Valley (el modestísimo Silicon Valley que intenta brotar en el distrito madrileño de Tetuán).

A su nombre puedes unir vocablos como emprendedor, start-up y otras entelequias, pero no hay sitio para la codicia. No son santos ni eremitas, solo gente que se afixia porque viven «atrapados en algo que ya no funciona«. Si colean, es que aún respiran. STOP.

Las mejores ideas se encuentran en el último lugar en que se busca. En Madrid el distrito obrero de Tetuán ha visto nacer una escuela para emprendedores que no cobra a sus alumnos. Un Silicon Valley castizo en el que el dinero no es lo más importante.   

Se llama Carmen Bermejo (Madrid, 1980) y habla deprisa. Titubea poco y sonríe bastante. De apariencia tímida, conoce a la perfección un mundillo de pequeños genios que están dispuestos a arriesgarlo todo por una idea. Esta desarrolladora de software es la CEO de Tetuán Valley, una incubadora para mentes inquietas. Dice que se asfixia si se siente atada a un trabajo y que no está en esto por la pasta. No va a quedarse mucho por aquí y hay que prestar atención porque sonríe bastante pero habla deprisa.

¿Qué es Tetuán Valley? 

Una asociación sin ánimo de lucro que ayuda a los emprendedores de base tecnológica. Una gran familia. Nuestros alumnos acaban fundando start-ups o siendo contratados por una.

¿Qué es una start-up?

Un proyecto escalable e innovador. Escalable significa que si tienes mil clientes y de repente subes a un millón, el esfuerzo que vas a tener que hacer no es proporcional. En una start-up el reto es definir la idea y el producto. Una vez que lo consigues, el modelo está hecho.

Se te olvida decir que están muy, muy moda.

Hay mucha confusión: ni todos los emprendedores tienen una start-up ni todas las empresas que están empezando son una start-up. Si vendes algo que vas a tener que hacer tú, entonces no es escalable y no es una start-up. Porque si pasas de mil clientes a un millón deberás multiplicar por mil tu esfuerzo.

¿Tetuán Valley es como un máster pero sin pagar?

Es totalmente gratis pero hay una selección. En la última promoción se presentaron 66 equipos (cada equipo tiene de 1 a 4 emprendedores) y elegimos solo a 11.

¿Cuánto dura?

Seis intensas semanas. Clase presencial los miércoles de siete de la tarde a doce de la noche. El resto son los deberes: preparar el pitch, el business model canvas, entrevistas de usuarios, diseñar el proyecto, Excel con métricas básicas…

¿En 6 semanas forman emprendedores?

No, no, a ver… Nuestro programa es muy interesante, pero lo que realmente ofrecemos es comunidad. Somos una puerta de entrada para conocer gente que piensa de una determinada manera.

¿Solo en Madrid?

Desde hace tiempo en Madrid pero ahora vamos a hacerlo también en Barcelona y quizás en Tenerife. La próxima promoción tiene hasta el 23 de marzo para apuntarse.

Si es gratis, ¿de qué viven?

Solo somos 3 personas a tiempo completo. Hay antiguos alumnos que nos ayudan sin cobrar. Y tenemos un patrocinador que vende un software para start-ups: nosotros hablamos de ellos, ponemos su logo por todas partes…

Se me cae un mito. Yo creía que esto de las start-ups era para forrarse.

Tengo amigos que han hecho voto de pobreza y dicen que el dinero es malo. No lo hacemos por la pasta

¿Por qué lo hacen?

Porque nos gusta estar rodeados de gente que piensa diferente.

Repite eso de que el dinero es malo.

Algunos solo quieren ganar mucho, pero también hay quien quiere cambiar el mundo. Estamos obsesionados, pero la realidad es que el dinero es solo una herramienta. El sistema en que vivimos está roto y el dinero nos maneja. Vivimos atrapados en algo que ya no funciona.

Entonces, ¿los antiguos alumnos de Tetuán Valley no se han forrado?

Ninguno se ha hecho super rico, pero algunos han recibido buenas inversiones, como Voz.io, que te permite montar un call-center online. Más allá del dinero, le tengo cariño a los luchadores, como los chicos de RiderState, un juego para amantes de la bicicleta a medio camino entre Foursquare y Endomondo.

¿Con qué ideas trabajan?

A día de hoy la mayor parte son aplicaciones para el móvil y aplicaciones web.

Ponme un ejemplo de start-up que no tenga nada que ver con la tecnología.

Esta cafetería en la que estamos, este Starbucks. Cuando empezó, Starbucks era una start-up. Es un modelo escalable y repetible. Vender algo porque has tenido suerte no es repetible. Si consigues ventas repetibles tienes una idea validada. Starbucks es un copia-pega que ha revolucionado su sector a base de innovación.

Viveros y aceleradoras son otros dos palabros de este mundillo…

Un vivero es un sitio que ofrece oficinas gratis o baratas para start-ups. Una aceleradora es una plataforma que selecciona start-ups para ofrecerlas a su cartera de inversores. Tetuán Valley es una pre-aceleradora: trabajamos con ideas que aún no son una start-up.

¿De verdad crees que todo esto tiene futuro en España?

Tenemos un grave problema de mentalidad: somos una de las culturas con más miedo a hacer al ridículo y en el colegio te enseñan a ser así. Un emprendedor no es alguien que se queda callado cogiendo apuntes y obedeciendo. Además en España todo es complicado, con demasiado papeleo y un mercado muy pequeño.

Así que también en esto somos el patito feo de Europa.

Para nada. Ahora mismo estamos de moda. Está habiendo un boom de innovación en Madrid y Barcelona. Start-ups, emprendedores, aceleradoras, eventos… Lo que nos falta es inversión y atrevimiento. Hay que soñar más grande. Hay que arriesgarse.

¿Qué es lo más difícil para un emprendedor novato?

Comprender quiénes pueden ser sus clientes.

El emprendedor novato está escuchando. ¿Cuáles son las 3 cosas que no debe hacer?

Primero: no te encierres en casa con tu idea maravillosa. Tienes que salir y hablar con tus potenciales clientes. No tengas miedo a contar tu idea.

Segundo: tienes que aprender de qué va la cosa. Vete a unas cuantas charlas y eventos, lee algunos libros, intenta que te contraten en una start-up para ir aprendiendo…

Tercero: investiga a la competencia. Si piensas que solo a ti se te ha ocurrido eso… piénsalo otra vez y mira bien: seguro que hay competencia.

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